Cuidados para tener en cuenta en las 3 semanas, hasta el 9 de Av
Las Tres Semanas (bein hametzarim – בין המצרים) son un período de duelo en el calendario judío que comenzó esta semana, el 17 de Tamuz y culmina el 9 de Av (Tishá BeAv), en recuerdo de las tragedias que ocurrieron al pueblo judío, especialmente la destrucción del Primer y Segundo Beit Hamikdash (Templo en Jerusalén).
Durante este período, especialmente en los últimos nueve días, se evitan ciertas actividades que simbolizan alegría o excesiva liviandad. Aquí algunas lo que tradicionalmente no se hace, dividido por etapas:
No se celebran casamientos ni fiestas con música y baile.
No se escucha música en vivo ni grabada (según la costumbre ashkenazí y muchas sefaradíes).
No se cortan el cabello ni se afeitan (aunque hay diferencias entre comunidades).
Evitar decir Shehejeianu (la bendición por una nueva prenda o fruta), por lo tanto:
No se compran ropas nuevas (si son importantes).
No se comen frutas nuevas que requieren esa bendición.
Evitar peligros – como cirugías no urgentes o viajes peligrosos, ya que es considerado un tiempo espiritualmente delicado.
Durante los “Nueve Días” (1 de Av al 9 de Av):
No se come carne ni se bebe vino (excepto en Shabat o seudot mitzvá).
No se lava ropa ni se la plancha (salvo para niños pequeños o en casos necesarios).
No se estrenan ropas.
No se baña por placer (sólo para higiene básica; hay distintas costumbres sobre duchas).
No se hacen construcciones o remodelaciones por gusto o placer, como pintar o decorar la casa.
En Tishá BeAv (el 9 de Av):
Es un día de duelo muy estricto, similar a Yom Kipur en ciertas prohibiciones:
Ayuno total (desde la noche anterior hasta la noche siguiente).
No se lava el cuerpo ni la cara (excepto por higiene mínima).
No se usa calzado de cuero.
No se estudia Torá (excepto temas relacionados con la destrucción y duelo).
No se sienta en sillas altas (hasta el mediodía).
No se saluda normalmente (evitar “Shalom” o saludos alegres).
No se trabaja, si se puede evitar, especialmente por la mañana.
Cada comunidad (ashkenazí, sefaradí, etc.) puede tener variaciones, por lo que siempre es recomendable consultar con tu Rabino de confianza.