La emocionante historia de un nuevo Bar Mitzvá
La comunidad judía de Lanús vivió una jornada histórica con la celebración del Bar Mitzvá de Mijael Thiago Gueler, un joven cuya historia personal refleja el alcance y la fuerza del trabajo comunitario sostenido en el tiempo.
La historia se remonta a 13 años atrás, cuando una familia residente en Guernica, al sur del Gran Buenos Aires, solicitó realizar el Brit Milá de su hijo con el acompañamiento de la institución Ahabat Ajim. La ceremonia coincidió con la visita del Rab David Hanania Pinto, a Buenos Aires. El Brit Milá se llevó a cabo en la casa del Rab Ezra Saiegh, con el señor Miguel Rosenthal ז״ל como Sandak, quien recibió una berajá especial del Rab Pinto. En la ceremonia también estuvo presente el Ing. César Weingrower, presidente de Hevrat Pinto Argentina.
A pesar de vivir lejos de los centros tradicionales de judaísmo, Mijael Thiago Gueler mantuvo una conexión constante con la comunidad de Lanús. Con el paso de los años, su vínculo espiritual y educativo se fortaleció: estudia actualmente en la Ieshivá de Lanús y en el Talmud Torá de Or Torá, y se preparó intensamente para este momento clave en su vida.
La celebración de su Bar Mitzvá comenzó el jueves con la colocación de los tefilín y la lectura del Sefer Torá. Durante el fin de semana se llevó a cabo un emotivo Shabat, acompañado por su familia, amigos del colegio y la presencia destacada del Sr. Jorge Daian, presidente de Majón Puáh. Los asistentes destacaron la excelencia en la lectura del Sefer Torá por parte del homenajeado.
El cierre fue una gran fiesta de Bar Mitzvá, que reunió a jóvenes de diversas zonas del sur del Gran Buenos Aires, incluyendo Barracas y Once. El evento incluyó música, proyecciones en video, catering de primer nivel y un momento especial: la nueva berajá del Rab David Hanania Pinto, quien bendijo al joven para que continúe su camino como Talmid Jajám.
Este logro es el resultado del compromiso constante del Rab Ezra Saiegh, su familia, el cuerpo docente y todos los colaboradores que hacen posible esta labor educativa y espiritual.
La historia de Mijael Thiago Gueler demuestra cómo la dedicación comunitaria y la unión del pueblo de Israel pueden generar frutos duraderos, y acercan, como muchos esperan, a la tan anhelada gueulá.
