El placer material se transforma en Kedushá
Seven Seventy en el corazón de Brooklyn es uno de los lugares del mundo donde cada Iehudí siente asombro por lo que ocurre. No No hay explicación posible para describir cada movimiento. Solo deberías vivirlo para entender lo que ocurre allí.
Pero hay un dato, lejos de tanta Kedushá, que finalmente se transforma en Kedushá pura, transformando lo material en espiritual.
Todos las noches, luego de la Tefilá principal de Arvit, un carro lleno de diferentes platos llega al lugar para lo que aún no cenaron. Motivos pueden ser varios, o que llegaron tarde de sus trabajos, o quizá simplemente porque disfrutan del cálido ambiente de Torá que se respira en el lugar.
Lo cierto que sabemos es que muchos esperan la llegada de los manjares diarios para disfrutar de una riquísima cena. Alguien se ocupa de esto, alguien trabaja para lograr que decenas de personas puedan deleitarse cada noche.
Se dice en los pasillos del lugar, que la historia comenzó en la pandemia, donde muchos Bajurim de Israel no pudieron volver a sus hogares, motivo por el cual se montó como una suerte de campamento en el lugar hasta que finalmente todo volvió a la normalidad. Pero lo que comenzó como una imperiosa necesidad en un principio, hoy se convirtió en una sana costumbre que se disfruta a diario
Quizá el promotor de semejante movimiento no lo sepa, pero sin darse cuenta, reconforta a cada uno y uno logrando así un efecto positivo imborrable que llena de Najat al Creador. Bravo!
