La tarjeta de Shir LaMaalot

Sección de una conferencia del Rebe de Lubavitch del 19 de Kislev 5747 (1986)
Sobre la precaución del cuidado de la parturienta y su estadía en la clínica de Maternidad

1 – Es conocida y famosa la costumbre de Israel desde tiempos antiguos, -y una costumbre de Israel es Torá-, de colgar en la casa de la parturienta notas (o amuletos) con nombres y versículos, “Shir LaMaalot” (Canción de las ascensiones), y similares (cada lugar de acuerdo a su costumbre), como bendición para cuidado de la parturienta y el bebe, tanto con respecto al parto en sí mismo para que sea bueno y fácil, y tanto con respecto a los días posteriores al nacimiento, para largos días y años buenos.
Y otro tema fundamental con respecto al tierno bebe, es que de inmediato al nacer,
debe estar rodeado de cuestiones sagradas, como es sabido, que las cosas que ve o escucha un niño incluso de un día de vida, tienen influencia también en su adultez (a tal punto, que se reveló esto en las últimas generaciones en la psicología). Por ello, cuando rodeamos al bebe de cosas sagradas, esto aumenta la bendición y el éxito para que merezcan criarlo “para la Torá, la Jupá y las buenas acciones”.
Y en este tema, hay que aclarar algo en relación a una cuestión que requiere ser corregida en nuestra vida diaria, como veremos más adelante.

2 – En las generaciones anteriores las mujeres daban a luz en sus hogares (con la ayuda de una partera) y por ende, todos cumplían y eran cuidadosos en el momento del nacimiento (empezando por los preparativos para el parto) de la costumbre mencionada previamente.
Sin embargo, en nuestros días, por motivos médicos, las mujeres dan a luz en sanatorios justamente y por eso, no se presta atención de cuidar la costumbre estudiada, sino luego de que la parturienta y el bebe vuelven del sanatorio a sus casas (varios días luego del parto), a pesar de que esta costumbre es aún más importante en el momento del nacimiento mismo, que entonces, se encuentran en el sanatorio.
Por ello, es una mitzvá difundir a cada lugar, que también cuando la parturienta y la criatura se encuentran en el sanatorio, hay que esforzarse en colgar en la habitación de la mamá y en la habitación del bebe (o en su cuna o similar) el cartel de “Shir LaMaalot”, junto a todas las costumbres que involucran a esto, tal como acostumbran en la casa y por el contrario, al estar en el sanatorio, en la previa, durante y tras el nacimiento, la cuestión es mucho más importante.
En cada lugar se debe consultar al rabino, si es necesario, colocar el cartel del “Shir LaMaalot” dentro de un envase o similares.

3 – Con respecto a pedir autorización a las autoridades del sanatorio, con un esfuerzo más que simple, con seguridad recibirán el permiso sin ningún tipo de oposición y por el contrario, sin dudas y con alegría:
También de acuerdo a la medicina, el éxito de un tratamiento de salud está relacionado (en una importante medida) con el estado espiritual del paciente y por ello, nos esforzamos de quitar de su corazón preocupaciones o dudas, etc., y brindarle tranquilidad espiritual y un buen estado de ánimo, en lo posible.
Más aún en relación a un parto, que es fundamental el estado emocional con respecto a la mamá y al bebe, se deben quitar los temores y estar plenamente tranquilos.

Por lo tanto, cuando le expliquen al médico y a la dirección del hospital, que las tarjetas de “Shir LaMaalot” que están colocadas en la habitación de la parturienta, la tranquilizan y alientan su espíritu (pues en verdad, ella cree en la bendición de cuidado, etc.), con seguridad no habrá ningún tipo de negación de su lado y por el contrario, aceptarán con alegría dar el permiso para colgar estas tarjetas, para cumplir la voluntad de la parturienta, para que esté tranquila y en un estado de calma espiritual.

Además esto es beneficioso para el médico:
A un médico bueno y verdadero le interesa la situación del paciente y por ende, cuando hay una complicación o debilidad en la situación, esto perturba el espíritu del médico y le provoca una falta de tranquilidad. Por ello, el médico está interesado en que el paciente esté totalmente tranquilo, pues entonces, también él estará más tranquilo y podrá dedicarse al tratamiento médico de la mejor manera con mucha más fortaleza.
De la misma forma en nuestro tema, cuando se cuelgan las tarjetas de “Shir LaMaalot” que tranquilizan el espíritu de la parturienta, también el médico que la trata estará más tranquilo (sin diferencia si es judío o no judío, creyente en Di-s o no creyente, etc.), por lo tanto, el trabajo médico será más exitoso.

4 – Con respecto a la práctica:
Es apropiado y correcto difundir a cada lugar donde viven judíos sobre la costumbre de colgar “Shir LaMaalot” en la habitación de la parturienta y el bebe, que es una cuestión de bendición y protección como hemos mencionado antes largamente.
El énfasis está en esforzarse en cumplir está costumbre, enseguida al llegar la parturienta al sanatorio, en el momento de su preparación para el parto y más aún, en el momento del parto y así también luego del nacimiento.

Esto incluye, el pedido de aprobación a las autoridades del sanatorio, por medio de una explicación acorde a la situación, con palabras que salen del corazón, que con seguridad producirán su efecto.
Y hay que agregar, que todo lo dicho tiene relación no solo con una gran ciudad en la que habitan muchos judíos y por ello, en los sanatorios hay muchas parturientas judías, sino también en una ciudad pequeña y en un sanatorio que tiene una parturienta judía sola, también allí debemos y podemos lograr esto. (En particular, que en la mayoría de los sanatorios se hallan muchas parturientas judías).

5 – Que sea la voluntad de Di-s, que a través de un aumento en el nacimientos de niños y niñas en Israel, tanto en cantidad como en calidad, con la máxima protección, se adelante mucho la llegada del hijo de David también, como dicen los sabios: “El hijo de David, no viene hasta que se acabe el stock de almas del depósito celestial”.
Y como está insinuado también en la parshá de la semana, el nacimiento de Peretz, que alude también a un crecimiento formidable de niños y niñas, pues de su descendencia viene el rey Mashíaj (Esta es la descendencia de Peretz…Ishai dio vida a David) y “ascenderá el poretz (el Mashíaj) al frente de ustedes”.

Así será para nosotros, que vamos muy pronto realmente a darle la bienvenida a nuestro justo Mashíaj, “con nuestros jóvenes y con nuestros ancianos…con nuestros hijos y nuestras hijas”, de una forma, que ellos (los niños) lo reconocerán primero, “como en los días de tu salida de Egipto les mostraré maravillas”, y así y con mucha más fuerza, nos mostrará las maravillas de la Redención futura, rápidamente en nuestros días de forma real.

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